martes 16 enero, 2024 / Home
ESTE PROYECTO DESTRUYE LA ACTIVIDAD PRODUCTIVA, EL MERCADO INTERNO Y LAS PYMES
La Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) es una entidad que agrupa a casi 3.000 empresarias y empresarios, inscripta en la Inspección General de Justicia, con sede en Buenos Aires, Mar de Plata, Bahía Blanca, Córdoba, Mendoza, Rosario y Paraná, y con más de 36 años de actividad gremial empresaria ininterrumpida.
Respecto del proyecto de Ley que nos convoca, desde la perspectiva del sector que la entidad representa no se ve un párrafo, una línea, un ápice, destinado a mejorar el nivel de actividad económica, el desarrollo del mercado interno, la vida de las Pymes.
La quita de subsidios a la energía y al transporte, la liberación de los precios de los medicamentos, de los combustibles, de los alquileres… demuestran que el “libre mercado” sólo aumenta precios. Luego de pagar los gastos inelásticos de la economía doméstica (vivienda, transporte, servicios, alimentos) ¿qué le va a quedar a un trabajador para gastar en productos que los Pymes producimos?
Pero el proyecto de ley propone la liberación de todos los mercados. El de suministros de materiales y el de insumos difundidos, que en los casos de la construcción y la industria condicionan y someten a las Pymes, ya que suelen ser monopólicos.
También el mercado financiero. El crédito resulta cada vez más oneroso. En cuanto a la inversión, se transforma en un “competidor desleal”, ya que vía ese mercado se deriva la mayor parte del ahorro local a inversiones en instrumentos extranjeros que nada generan en nuestro territorio. La derogación de la ley de Góndolas, de la ley de Abastecimiento y de la ley de Compre Nacional, en la que tanto trabajamos, redundará en la desaparición de miles de empresas nacionales y decenas de miles de puestos de trabajo.
La ley propuesta también impone la apertura indiscriminada de importaciones. ¿Cuál es el beneficio para el conjunto de la sociedad, si con esa medida se provoca la destrucción de las Pymes industriales de capital local, que por distintas razones no pueden competir con la producción de escala proveniente de China o de cualquier otro país industrializado yCon su poder económico han podido cambiar el orden político, el orden económico, cambiar leyes, pueden incluso evadir impuestos, y esto ha hecho que éstos ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres. desarrollado? ¿Los puestos de trabajo industrial, no importan? Al capital financiero internacional, seguro que no, pero a los diputados elegidos por el voto popular, deberían importarles siempre.
La reforma laboral que contiene el proyecto de ley sólo propone reducir los derechos laborales adquiridos y, por lo tanto, reducir las capacidades de negociación del mundo del trabajo, lo cual redundará en menores salarios y por ende en un menor mercado interno, la consiguiente destrucción del entramado Pyme (menos de las Pymes 1% exporta), mayor desempleo y nuevamente, menores salarios. Es una espiral descendente donde nunca se pega la vuelta.
En definitiva, y dada la imposibilidad de abarcar los puntos singulares, es evidente para cualquier actor de la sociedad civil que este proyecto sólo generará más pobreza en la pobreza y más riqueza en la riqueza.
La privatización puede impulsar y reforzar las desigualdades en los servicios públicos esenciales, afianzando las brechas entre ricos y pobres, excluyendo y empobreciendo a quienes no pueden asumir ese gasto, mientras que aquellos que se lo pueden permitir acceden a una atención médica y una educación de calidad.
Los más ricos también moldean directamente las economías a su favor al influir en las políticas públicas y la legislación.
Con su poder económico han podido cambiar el orden político, el orden económico, cambiar leyes, pueden incluso evadir impuestos, y esto ha hecho que éstos ricos sean cada vez más ricos y los pobres cada vez más pobres.
Quizás el proyecto de ley que ahora se trata no se haya redactado en el marco de este Congreso, y siquiera en nuestro país. Lo que sí se resolverá aquí, y así tiene que ser siempre, es el destino de nuestro pueblo. Este proyecto es, a todas luces, un instrumento para facilitarles a los sectores concentrados de la economía y el capital financiero internacional, la apropiación de nuestro capital, de nuestra soberanía, de nuestros recursos naturales.
De aprobarse esta iniciativa del Poder Ejecutivo siquiera parcialmente, el pueblo que votó a cada uno de ustedes, sus legisladoras y legisladores, se verá subsumido a la explotación más extrema que haya conocido cualquier trabajador en esta etapa democrática de nuestro país.
El capital político de cada cual está en juego estos días. Ser condescendiente con las políticas de saqueo que contiene este proyecto arrojará dicho capital a lo más profundo del descrédito popular. Desde APYME y desde todas las pymes que nos desarrollamos y desenvolvemos en nuestro territorio, les pedimos que rechacen lisa y llanamente este proyecto de ley.