lunes 26 julio, 2021 / PYMES

GESTIONAR LAS PYMES EN TIEMPOS DE COVID-19

El pasado jueves 22 se presentó en forma virtual el libro Gestión de Pymes en tiempo de Covid -19,  de Rubén Bozzo, editado por el Instituto Argentino para el Desarrollo Económico (IADE).  En la actividad organizada por el IADE y la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (APYME) con auspicio del Banco Credicoop, el autor expuso las principales nociones del libro, que aborda herramientas útiles para paliar las situaciones críticas de negocios y empresas en el contexto de la crisis global y local.

 

Tras la apertura de Diego Natale, del IADE, el dirigente de APYME Julio Jardel presentó a Rubén Bozzo, docente, asesor de Pymes y universidades, ex director ejecutivo de la Fundación Banco Credicoop y autor de libros de Gestión de Pymes y Cooperativismo.

“Rubén Bozzo  hizo un libro en tiempo presente -afirmó el tesorero de APYME-  Esta prolongación de la pandemia y de la crisis sanitaria, que ya lleva 16 meses, ha llevado a que  la edición inicial derive en una segunda edición, porque el libro pone en blanco sobre negro situaciones que nos interpelan a todos”.

Jardel subrayó entre los temas planteados en el libro “la necesidad de aumentar el nivel de agremiación empresaria para tener más fuerzas es una lucha permanente en la que estamos los Pymes, además de luchar por la supervivencia y de bregar por medidas para afrontar en una situación tan grave como la pandemia”.

A continuación Rubén Bozzo dio un pantallazo del contenido de Gestión de Pymes en tiempos de COvid 19, comenzando por una contextualización indispensable: “En la década del 50 y 60 había un millón y medio de Pymes. A mediados de 2010, 800.000; hoy, 550000. Desde el punto de vista de la Pymes,  las que existen se las rebuscan, pero es mucho lo que quedó en el camino. No sólo tiene que ver con malas políticas sino con el proceso de concentración y centralización del capital en todo el mundo”.

Sintetizamos algunos los puntos fundamentales de la exposición de Bozzo, recomendando la lectura del libro como valiosa herramientas para orientar las prioridades de la gestión en el marco de una crisis que, como subraya el autor, implica el nacimiento de nuevas expectativas.

 

*Lo que sucede de la puerta de la empresa hacia adentro es nuestra responsabilidad. La responsabilidad sobre el crecimiento y el desarrollo de esa organización la tenemos los que dirigimos. La responsabilidad desde abajo es la de exigir un buen desarrollo. Es preocupante mucho que economistas no diferencien entre crecimiento y desarrollo (es decir, cómo se aplica ese crecimiento). En una organización puede pasar lo mismo. Puede crecer un 10 por ciento anual, pero si la empresa no tiene una organización sobre la que basar ese crecimiento, se da lo que se lama  “crisis de crecimiento”.

 

*En un laberinto no se ve la salida, hay que hacer prueba y error. Los que pueden ver la salida tienen que adoptar una visión de “panóptico”, desde lo alto, para tener una dimensión global de lo que está pasando y de las interrelaciones a nivel nacional y global. Si nosotros decimos que estamos en un contexto de crisis, tenemos que decir Pensar globalmente en la crisis. Hay una crisis económica, una crisis social, una crisis política, en un momento mundial con servicios e infraestructura deteriorados. UN conjunto de crisis que pocas veces se dio a nivel mundial. No podemos pensar desde nuestro ombligo, hay que pensar en el nivel nacional e internacional. Cualquier medida tomada en otros países nos

 

*Complejidad y cambios. Es un fenómeno complejo, no nos da tiempo, no sabemos cuándo va terminar, provoca incertidumbre. Así como muta el virus y aparecen nuevas cepas, las Pymes, para no tener que seguir deteriorándose, tienen que mutar también, no pueden hacer lo que venían haciendo antes. Hay dos formas de afrontar la situación: una, sabiendo que la crisis va a seguir y que nos tenemos que acostumbrar a llevar esa mochila, la otra analizar cómo encontramos una alternativa.

 

*Enfrentar, no rumiar. Si no reconocemos las consecuencias de lo que vemos desde una visión panóptica, corremos el riego de tomar malas decisiones. Tenemos que ser lo más razonables y objetivos posibles y eliminar la secuela de la rumiación de los problemas, que nos lleva al burn out, la quemazón del cerebro (con lo cual descuidamos además el sistema inmunológico y nos enfermamos).

 

*Preguntas que nos tenemos que formular: ¿cuáles son los daños que nos afectaron más por la crisis y la pandemia? ¿Qué medidas se tomaron o hay que tomar para adaptarse activamente a esta situación y superar los que nos afectó? ¿Cuáles son los problemas que uno visualiza a seis meses o un año? ¿Qué espaldas tenemos para aguantar o desarrollarnos o crecer en este periodo? (En la Argentina no estamos acostumbrados a pensar en seis meso o un año, tenemos “mentalidad de ping pong”.)

 

*Nuevos paradigmas. Hoy pensamos como pensamos a causa de una determinada matriz de aprendizaje. Son cosas que a uno le quedan y que conforman una mentalidad determinada, lo cual no quiere decir que sea la única: hay varios paradigmas. La única forma es la adaptación activa: qué hago con lo que tengo, qué necesito para poder mutar.

 

*Nuevas estructuras. En la crisis hay y habrá grandes cambios en la orientación de los negocios y las industrias: cambios organizacionales, en la estructura de cada organización, en el organigrama. Si se analiza, 50 años atrás y ahora existen a grandes rasgos los mismos ministerios, secretarías etc., pero a lo mejor necesitamos tirar los dados de vuelta, pensar otras estructuras.

 

*Hoy el 60 por ciento de los trabajos administrativos, de ventas, etc. se realizan por medios de este sistema. Pero cuando empecemos a normalizarnos, ¿la gente va a volver a ir a trabajar presencialmente? Se calcula que un 40 por ciento va a seguir trabajando así. ¿Qué va a pasar con los espacios grandes. ¿Se van a mantener? ¿Desde el punto de vista costo – beneficio conviene?

 

*Eficiencia. Es hacer las cosas para llegar al objetivo en el menor tiempo. Hoy la batalla es el tiempo: el sistema nos lleva a tener que adaptarnos rápidamente cada día. ¿Cómo hacemos para mejorar la eficiencia desde el punto de vista de la comercialización, de los circuitos administrativos, de la producción?

 

*Adaptación activa. Tenemos que tener velocidad de respuesta, ser muy flexibles, con una “adaptación activa”. Tenemos que ser creativos, ejercitar la “serendipia”. Serendipia es hacer algo distinto, y si se hace en grupo, mejor. ¿Cómo vamos a enfrentar las situaciones? Con un equipo de trabajo, trabajando en red con colegas, con cámaras, clientes, proveedores, en colaboración.

 

*Gestión del “patrimonio humano”. Aparecen las disyuntivas de despedir, suspender bajar salarios, etc. ¿Cómo ejercemos un nuevo liderazgo virtual? ¿Cómo conocer el estado de la gente? ¿Cómo se reemplaza a la gente que se enferma? ¿Tienen facilidades para trabajar en la casa? Tenemos que trabajar en equipo escuchar a la gente, motivarla. Y todo a “control remoto”. Quien no conoce las nuevas tecnologías queda out, entonces también hay que pensar cómo reconvertirse con los procesos tecnológicos.