lunes 30 mayo, 2016 / Opinión
No es cuestión de fe
Eduardo Fernandez, Pte. Apyme
En los últimos días se ha debatido intensamente sobre situaciones de emergencia para distintos sectores productivos.
En esas discusiones, se tiende a poner en un mismoplano a las micro, pequeñas y medianas empresas y a las grandes corporaciones, en muchos casos oligopólicas y monopólicas, con fuerte sesgo exportador. Se omite que mientas estas últimas se encuentran en un proceso de disputa de excedentes o corrección de costos, las pymes, al igual que los trabajadores, nos encontramos en una situación de emergencia que no es fruto del azar ni de una crisis preexistente, sino de medidas económicas adoptadas en los últimos cinco meses.
Se habla de realizar esfuerzos para llegar en mejores condiciones al segundo semestre de este año; pero en compensación no se avizora un plan de desarrollo inclusivo sino el avance de un programa de transferencia de recursos hacia grandes actores económicos, reprimarización productiva, desregulación, endeudamiento, especulación y apertura comercial, en un contexto internacional signado por una aguda crisis de demanda.
A diferencia de las grandes corporaciones, que condicionan futuras inversiones a la imposición de la propia seguridad jurídica (mientras muchas de ellas tienen cuentas en paraísos fiscales), las pymes vivimos en una situación de incertidumbre, mientras seguimos invirtiendo, día a día, en el país. Los recientes anuncios de beneficios reconocen -tardíamente- al sector, pero no resultan relevantes para afrontar una inminente crisis.
¿Cabe esperar en el famoso segundo semestre un viraje positivo de esta situación? No es cuestión de fe, sino de la capacidad del Gobierno para establecer un diálogo verdadero con el conjunto de los actores productivos. Y, por supuesto, de la decisión política de revertir procesos a fin de evitar una mayor caída de la actividad, con aumento del desempleo y la desigualdad social.
Es responsabilidad de todos: de quienes gobiernan y de quienes estamos comprometidos con nuestras acciones y propuestas para construir un país donde no sólo aspiremos a sobrevivir sino a crecer y desarrollarnos junto con los trabajadores y el conjunto de la población.