Se aclaró que no se restringe la comercialización de esas bolsas sino la entrega sin costos. Ya rige una prohibición de ese tipo para los supermercados, pero ahora se extiende a los negocios de cercanías como kioscos o minimercados.

El Concejo Deliberante de Paraná aprobó ayer por unanimidad el proyecto de ordenanza impulsado por Anabel Beccaría y Emiliano Murador (Políticas para la República) mediante el cual se implementa el Régimen de Prohibición de Entrega de Bolsas no Biodegradables, en Paraná.

La iniciativa regula la reducción paulatina de la entrega de bolsas plásticas  no biodegradables y de un sólo uso, en fomento de la utilización de bolsas reutilizables y de costumbres sustentables con el ambiente.

A pesar de que desde 2017 en la ciudad rige el Decreto N° 532 la prohibición de la entrega en línea de cajas de bolsas plásticas no biodegradables, esa norma limita su ámbito de aplicación a los transportes de mercaderías, en los supermercados, hipermercados y autoservicios de alimentos y bebidas, todavía se continúa con la entrega de las bolsas, principalmente en comercios de cercanía.

Al respecto, Beccaría resaltó que “el proyecto busca eliminar la entrega de bolsas no biodegradables en línea de caja”.

NO BIODEGRADABLES.  “Estas bolsas son las que nos entregan cuando vamos a comprar a una panadería, minimercado o un mercado de barrio. El proyecto tiene como objetivo eliminar esta última bolsa, no estamos prohibiendo la comercialización de las bolsas plásticas, sino la entrega gratuita de esa bolsa no biodegradable. l proyecto prevé distintas alternativas para eliminar esta bolsa, como las bolsas de tela de polipropileno y las autorizadas por normas IRAM”, añadió y destacó que el proyecto contó con el aporte de distintos actores sociales.

En relación al perjuicio que ocasiona el uso de bolsas en el ambiente el concejal Emiliano Murador, del Bloque PR, indicó que “la fabricación de las bolsas de polietileno implica el uso de recursos naturales no renovables, como el petróleo. Las mismas, como residuos, son potenciales contaminantes del suelo, de nuestro río, del agua y de la flora y fauna.  Además, las bolsas plásticas terminan en basurales a cielo abierto o dispersas por los diferentes puntos de la ciudad, por lo tanto la reducción del uso de bolsas implicaría una disminución considerable del impacto ambiental negativo que las mismas provocan”.

Fuente: El Diario de Entre Ríos