Entrevistado por LV10, el dirigente de APYME habló sobre la crisis de la industria nacional, la situación en Mendoza y en particular los efectos que tendrá el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI).

Palau advirtió que se han perdido más de 175.000 empleos en la Argentina desde la asunción del presidente Milei. “En mayo, se desaceleró un poquito el proceso de destrucción del empleo, pero la preocupación sigue y empezó la preocupación de la industria”, puntualizó el dirigente.  “La mayor parte de la industria nacional está dentro de Provincia Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Entonces, esto es factor fundamental para que siga avanzando la crisis, sobre la falta de consumo. Cuando el asalariado no está bien remunerado pasan estas circunstancias, que pegan más primero es en la actividad industrial, luego en el comercio por último en los servicios”.

Palau aclaró que “no es lo mismo la industrialización de estas tres provincias que en Mendoza, donde simplemente no se ha dado tanto perjuicio industrial porque no está tan industrializada, pero lo que sí se ha pegado mucho en la periferia de las de las ciudades de consumo, en donde la flota hortícola o los pequeños productores están pidiendo distintos auxilios, porque sus productos se encarecen a través del combustible, los fertilizantes, los impuestos y los servicios y las tarifas”.

Desacuerdo con el RIGI.

Palau destacó que este régimen fundamentalmente conlleva desigualdad ante la ley. Establezcamos que el RIGI es para grandes grupos económicos. En este sentido, tanto la ganadería, la pesca, como la minería, han seguido avanzando y creciendo con el gobierno Milei. Pero el RIGI pone en evidencia la falta de sensatez dentro de un mercado interno que les da posibilidades a los grandes grupos extranjeros para que vengan a devastar nuestros recursos y por otro lado deja afuera a las Pymes”.

El dirigente explicó que el RIGI sirve para ciertas inversiones extranjeras. “Por ejemplo ahora viene una empresa de Texas que quiere invertir 2.500 millones de dólares para hacer el oleoducto que vendría a ser una cosa paralela al gasoducto Néstor Kirchner, para exportación de petróleo, pero el petróleo, para engrandecer un país y que ese país crezca a través de su propia industria, además de que se produzca en el país tiene que venderse a un precio acorde al de un país productor de energía, porque es parte de nuestro suelo. Pero con el RIGI quieren sacar nuestros recursos y llevárselo afuera en un 100 por ciento”.

Palau también citó el caso Petronas, la empresa malaya, “que venía con un arreglo desde 2014 para trasvasar el gas a GNL para poderlo exportar, pero ahora con el RIGI se van poder llevar todo sin dejar nada acá”. Palau alertó que la deserción del Estado que propone el actual gobierno va a dejar al país desguarnecido ante las grandes empresas internacionales y los “mercados”.

El “libre juego” de la oferta y la demanda,  en la mayor parte de los casos, deja afuera a los más vulnerables, Pymes y economías regionales. Y quienes vengan a invertir van a tener condiciones extraordinarias respecto de las industrias que ya actúan en el país, con lo cual hay desigualdad ante la ley y competencia desleal”, concluyó Palau.